Samugheo se encuentra en medio de las colinas de Mandrolisai, que albergan numerosos yacimientos arqueológicos, como la domus de janas de Spelunca Orre, la 'Tumba de los Gigantes' de Paule Luturu, el nuraghe de Perda Orrubia y un sepulcro judaico en Pranu 'e Laccos. Además, el pueblo es tan famoso por sus tejidos artesanales y su pan que sus productos han obtenido la Denominación de Origen Controlada.
También merece la pena visitar el Museo único Regional de Arte Textil (MURATS), donde se pueden contemplar antiguas alfombras, tapices y mantas confeccionadas en telares de madera. Además, muchos de los murales de la ciudad representan alfombras.
En Riu Araxixi, un desfiladero rocoso excavado en el mármol, son especialmente evocadores los restos del castillo de Medusa, de época bizantina.
La iglesia principal está dedicada a San Basilio, el santo patrón que libró milagrosamente al pueblo de la peste en el siglo XVI. Pero también son muy bonitas las iglesias rurales de San Sebastiano y San Mari di Abbassa, sobre todo esta última, construida sobre un antiguo templo pagano.
Los aficionados a la espeleología también encontrarán mucho que disfrutar en la zona de Samugheo, con varias cuevas entre las que elegir: Sa conca 'e su Cuaddu, en el valle de Riu Settilighe; Grotte de l'Aigle, a la que sólo se puede acceder con cuerda y escalera; y el Buco della Chiave, con forma de reloj de arena.
En octubre se celebra la fiesta del pan, elaborada con técnicas tradicionales.