Un mar de postal, una playa equipada y accesible, paisajes sorprendentes a su alrededor. La playa de Baccu Mandara ocupa el extremo oriental del litoral de Geremeas, en la parte de la localidad perteneciente al municipio de Maracalagonis. Se trata de una lengua de arena de tres kilómetros de longitud, parcialmente interrumpida por la desembocadura de un torrente que, sobre todo en invierno, aumenta su caudal y crea un pequeño lago a pocos pasos de la orilla. La pequeña extensión de agua divide Baccu Mandara de la playa de Marongiu y, al mismo tiempo, separa el territorio de 'Mara' del de Quartu Sant'Elena. En el lado opuesto, sin embargo, el límite es un pequeño promontorio, que cierra la playa con un arco rocoso.
El mar es claro, con tonos celestes y un fondo arenoso que desciende rápidamente a los pocos metros. La arena es clara y de grano medio a grueso. Detrás, una densa vegetación rodea toda la playa, en la que también asoman algunas pequeñas dunas. Gracias a su particular exposición a los vientos, Baccu Mandara es un destino ideal para los amantes de la vela, el windsurf y el kitesurf, mientras que los aficionados al snorkel pueden explorar las rocas al pie del promontorio. La playa ofrece todos los servicios: aparcamiento, chiringuitos, alquiler de material de baño y embarcaciones (pedales y piraguas), zona para guardar embarcaciones y acceso para minusválidos. Mientras se relaja en la playa, puede darse cuenta de que tiene compañía: grupos de patos se estacionan a menudo en el estanque formado por la desembocadura del río. Y no se marche antes del atardecer, cuando el sol, ocultándose tras la línea del horizonte, regala fantásticos juegos de colores, tiñendo de rosa la orilla y de dorado la arena. Otra sorpresa le aguarda al pasar el acantilado que rodea el saliente rocoso de la izquierda: tras él hay una cala "escondida", en forma de media luna, resguardada del viento y con un fondo menos profundo, donde la arena alterna con rocas pequeñas y medianas. A la playa de Baccu Mandara se llega por la carretera provincial panorámica de Cagliari a Villasimius, tomando la salida señalizada. Los dos desvíos anteriores conducen a las playas Geremeas que comparten el mismo litoral, a saber, Kala 'e Moru y Marongiu. La primera, rodeada de rocas, se compone de arena fina y dorada, agua de tonalidades cambiantes y un fondo marino poco profundo; Marongiu alterna granos blancos y dorados, y aquí el mar adquiere tonalidades entre el verde y el turquesa. En una zona de dunas de la playa, en 2006 se produjo por primera vez en Cerdeña la puesta de huevos de una tortuga boba.