Borore se encuentra a los pies de la cordillera de Marghine. Esta zona ya estaba habitada en la época nurágica, como demuestran los numerosos nuraghi, las Tombe di Giganti (Tumbas de Gigantes), la Domus de Janas, dólmenes y menhires. El pueblo es famoso por la producción de pasteles tradicionales elaborados según antiguas recetas
La iglesia parroquial de la Beata Vergine Assunta, de formas neoclásicas y fachada con dos campanarios laterales, bien merece una visita. En su interior se encuentra un valioso altar barroco de madera del siglo XVIII y cuatro pinturas de Emilio Scherer que representan a los cuatro evangelistas. Son interesantes las pinturas de la iglesia de San Lussorio con valiosas representaciones de trajes sardos. En la iglesia de Carmelo hay estatuas de madera de la Virgen y del Cristo Muerto.
Son muy conocidos los dulces típicos como pirichitos, giorminos, tumballinas, tziliccas, sospiros, amarettos, pitifurros, que se elaboran según antiguas recetas. En el pueblo hay también un museo dedicado a la elaboración del pan y a su significado simbólico. También son interesantes las Tombe di Giganti Imbertighe y Santu Bainzu, y los nuraghi Porcarzos, Duos Nuraghes, Toscono, Craba y Oschera. Se recomienda una excursión al monte Sant'Antonio y un paseo por el frondoso bosque. Hay áreas de descanso para excursionistas y jinetes. El área de descanso cerca de la iglesia de San Lussorio, importante punto de encuentro para los turistas, es amplia y está muy bien situada.
Hacia el sur, no muy lejos del pueblo en dirección a Sedilo, se encuentra una lápida llamada Perda Longa, de piedra basáltica y de más de 3,5 metros de altura. En agosto, el pueblo se anima con la fiesta de San Lussorio, que tiene lugar en la iglesia del mismo nombre, y con la fiesta de San Gavino, en la iglesia del campo, no lejos de la Tomba di Giganti San Gavino. La Semana Santa se celebra con impresionantes rituales, al igual que la fiesta de Sant'Antonio Abate, en enero, cuando coloridos trajes desfilan por las calles. También hay que visitar el Museo del pane, donde se exponen numerosos ejemplos de pan tradicional sardo y pan de fiesta.