Ubicado en extremo sur de la isla, Domus de Maria incluye en su territorio una gran belleza natural que quita el aliento. Desde las espléndidas y transparentes playas del poblado de Chia hasta las montañas ricas en bosques lujuriantes, este territorio se caracteriza por largos arenales con imponentes dunas, con enebros seculares e imponentes picos de granito y bosques vivos, donde no es raro encontrar ciervos o jabalíes. También es de rara belleza la vegetación mediterránea con esencias endémicas de fuertes aromas y colores encantadores. El pueblo surgió alrededor del siglo XVIII como zona agrícola fundada por los Padres Scolopi. El territorio fue habitado desde el periodo nurágico, como testimonian los monumentos nurágicos Baccu Idda y numerosos betules de Punta Su Sensu.