Originalmente era Malú Entu, hoy es Mal di Ventre. Quizás un error de traducción o de interpretación. Se le dio este nombre por los vientos persistentes, mistral sobre todo, que a menudo hacen peligrosa la navegación en sus inmediaciones. Sin embargo, restos de un nuraghe, otras ruinas y estanques para recoger agua demuestran que la isla estuvo habitada. Accesible desde los puertos del Golfo de Oristano, está a cinco millas de Capo Mannu y forma parte de la zona marina de la península de Sinis, en el territorio de Cabras, que también incluye el arrecife cercano Catalano.
Mal di Ventre es una llanura de granito de dos kilómetros y medio de largo y un kilómetro de ancho como máximo. En su punto más alto, a sólo 20 metros, se alza el faro que lo domina. La "meseta" de 85 hectáreas, cubierta de estepa árida con arbustos del mediterráneo, está poblada por conejos y tortugas de tierra. Se narra la presencia de focas monje. La isla es un paso estratégico donde anidan diversas aves: el gavilán real, la curruca moñuda, las pardelas y las gaviotas.
La costa oeste es un escarpado acantilado: destacan Cala Maestra y Cala Ponente. La parte oriental está adornada de encantadoras calas con playas de arena o granos de cuarzo, como Cala Valdaro, muy parecida a Mari Ermi enfrente, una de las tres espléndidas "perlas" gemelas de Sinis, junto con Is Arutas y Maimoni. Tampoco hay que perderse en la isla Punta Libeccio y Cala dei Pastori. Los fondos marinos son ideales para bucear, hábitat de crustáceos (langostas y bogavantes), moluscos e infinidad de peces: barracudas, meros, corvinas, doradas, sargos. A menudo aparecen delfines. No en vano, el lugar es de Interés Comunitario y Zona de Protección Especial.
La imprevisibilidad del mar ha producido un cementerio de naufragios en las profundidades cercanas: barcos romanos, españoles, del siglo XX y muchas embarcaciones. En los Denti di Libeccio, al oeste, a 27 metros de profundidad, un descubrimiento asombroso: un barco romano de 36 metros hundido entre los años 80 y 50 a.C. con dos mil lingotes de plomo. En Cala dei Pastori se encuentran los restos del naufragio de un barco de vapor, mientras que al norte, en las Formiche di Maestrale, está el Joyce, un carguero de Cagliari que se hundió en 1973.