Mores es un importante pueblo agropastoral situado al pie del Monte Lachesos. Su territorio está atravesado por el río Mannu y dominado por colinas calcáreas. Durante la dominación romana, esta zona era muy transitada y Mores era un centro importante, ya que se encontraba en el corazón de una densa red de vías de comunicación, como la arteria norte-sur que unía Turris Libisonis (actual Porto Torres) con Karales (actual Cagliari). Durante la época de los Judicats, Mores fue la capital de la curatoria de Oppia, sede del departamento administrativo y más tarde del marquesado. La villa disfrutó de un periodo de estabilidad bajo el gobierno de la familia del marqués de Manca, que duró hasta 1839, cuando el feudo fue comprado por el ayuntamiento.
Este pueblo es una visita obligada en la isla, tanto por la belleza del paisaje que lo rodea como por los numerosos restos arqueológicos que se encuentran aquí: Entre ellos, los nuraghes de Mannu Suldu, Tresnuraghes, Istatos, Ranas y Sa Cuguttada, el dolmen de Sa Coveccada (uno de los más grandes del Mediterráneo), las tumbas púnicas y romanas encontradas al pie del Monte Lachesos y, por último, la domus de janas y las cuevas de Su buccu e sas Fadas y Su puttu Porchinu. En Mores, el campanario, construido en 1871, es el más alto de Cerdeña, con 46 metros. En el pueblo aún se puede visitar la iglesia parroquial, con su campanario neoclásico de 1870, y, en los alrededores, el oasis de la Estepa, con sus prados, pastos y campos cultivados.
Este oasis es el hábitat ideal de avutardas, liebres y comadrejas sardas. También se pueden admirar aves como el ojo, la cigüeña blanca, el abejaruco europeo, la alondra y el mochuelo. El pueblo de Mores es escenario de numerosas festividades: el 1 de mayo, la fiesta de Santa Lucía presenta canciones sardas y concursos de poesía, mientras que el 22 de mayo se celebra la entrañable fiesta de Santa Rita y la fiesta campestre en honor de San Juan Bautista.