Un pulmón verde en el extremo sureste de Cerdeña. La zona de los Siete Hermanos incluye las cumbres montañosas y el bosque estatal del mismo nombre y el bosque de Monte Genis, y pertenece al territorio de nueve Municipios: Burcei, Castiadas, Maracalagonis, Quartucciu, Quartu Sant'Elena, San Vito, Sinnai, Villasalto y Villasimius.
El complejo montañoso, formado por siete cumbres (de ahí su nombre), alcanza picos de unos mil metros: el más alto es Serpeddì (1.067 metros). El oasis es un triunfo de la naturaleza, sobre todo de los bosques y las especies animales raras. Madroños, mirtos, brezos, enebros, alisos y encinas son el telón de fondo de encuentros con jabalíes, conejos, martas, gatos monteses, águilas reales, halcones peregrinos y ejemplares de azor sardo, ave rapaz endémica de Cerdeña.
En marcos naturales de rara belleza y rocas moldeadas por el tiempo, entre cañones y gargantas, como Baccu Anigiulus y el del río Picocca, entre pináculos, torres y valles surcados por ríos (los ríos Ollastu, Cannas y Maidopis), es habitual avistar ciervos y muflones. En Campuomu, en el cuartel forestal Dr. Umberto Noci que da la bienvenida a los visitantes, comienza un sendero hacia punta sa Ceraxa. A lo largo del camino se encuentra el Arco dell'Angelo, un monumento natural de granito rosa desde el que se puede admirar todo el valle de Castiadas, el estanque de Colostrai y el Campidano de Cagliari.
También merecen una visita en el bosque de los Siete Hermanos la cueva Fra' Conti, que según una leyenda fue el refugio de un ermitaño, su Stumpu 'e Giumpau, un escarpado bastión de granito, y sa Grutta 'e sa Pipia (la cueva de la niña). Mientras que el bosque del monte Genis es perfecto si te gusta la observación de aves, sobrevolado por halcones, lechuzas comunes y abubillas.
Y no faltan atractivos arqueológicos: todo el oasis conserva vestigios de nuraghi, asentamientos neolíticos y las ruinas de un monasterio protegido por alcornoques y encinas centenarias.