En Seui, el recorrido desde la Villa Art Nouveau hasta la prisión española es característico, pasando por un antiguo subterráneo conocido como su Porci, formado por casas de piedra con pequeños balcones de hierro forjado y puertas de madera tallada.

La prisión, construida en la primera mitad del siglo XVII, está rodeada de casas que dificultan su visión desde el exterior. El edificio tiene una planta cuadrada con dos niveles, cada uno con una entrada, más un altillo parcial llamado su staulu farzu.

Durante más de trescientos años, hasta 1975, la prisión fue el punto de referencia para la administración de justicia.