Entre las montañas y los bosques de la Barbagia, donde en verano se desprenden los olores de la naturaleza liberada del manto silencioso de la nieve, surge Nuoro, corazón en ebullición de la isla. Es fácil llegar en automóvil o, si vienes de la costa con toda la familia, también en autocaravana. Llamada en el pasado la Atenas sarda, es una ciudad “de una vejez fuerte, noble, serena”, como escribió Grazia Deledda a propósito de Ruth, una de las protagonistas de ‘Cañas al viento’.
En Santu Pedru, el barrio de esta escritora premio Nobel, entre callejuelas y casas de piedra, descubrirás al arco florido que lleva a su casa-museo: habitaciones llenas de libros, recuerdos y objetos cotidianos. Sus libros están protagonizados por mujeres trabajadoras de carácter fuerte, que se afirman a sí mismas en la lucha por la dignidad. La mujer sarda también es la protagonista de las obras de Maria Lai, expuestas en el MAN - Museo de arte de la provincia de Nuoro, o de las esculturas de Francesco Ciusa, como la famosa La madre dell'ucciso, de la cual se conserva una copia de yeso en la colección permanente dedicada al artista en el TRIBU Spazio per le Arti - Museo Ciusa. También en el Museo Etnográfico se exponen obras de artesanía en las cuales la mujer es, a la vez, artista y destinataria: joyas, vestidos, artículos textiles y telas tradicionales.
Cerca del barrio Santu Pedru, en el corazón de Nuoro, podrás visitar la plaza-monumento dedicada al poeta Sebastiano Satta, donde se alza la casa donde vivió. “Un joya única de significado universal”, según el historiador del arte Fred Licht, diseñada por el escultor de Orani, Costantino Nivola, uno de los más importantes artistas sardos del s. XX. No muy lejos, no puedes perderte la catedral de Santa María de las Nieves ni la iglesia de Nuestra Señora de las Gracias.
“No es verdad que el Ortobene pueda compararse a otras montañas– escribe Deledda -, el Ortobene es único en el mundo”. Subir a la montaña que domina Nuoro es una obligación para cualquier visitante: el esfuerzo de la caminata queda recompensado por sus bellas vistas. En una de sus cimas se alza, desde 1901, a una altura de 925 metros, la estatua de bronce de Cristo, hacia la cual, el último domingo de agosto, se dirige la procesión que se celebra con ocasión de una de las fiestas más importantes de Nuoro, la fiesta del Redentor. A los pies de la montaña se encuentra la iglesia de la Soledad, donde reposan los restos mortales de Grazia Deledda.