Paseando por Gallura
Donde el encanto nace del mar y no termina en las orillas de las playas
Lo persigues hasta las alturas por encima de los famosos centros turísticos costeros de Gallura, desde arriba se mira el archipiélago de Maddalena, Tavolara y los islotes que constelan su mar. Las rutas del interior son a veces difíciles, y deben realizarse con guías, pero la mayoría son aptas para todos los senderistas, sólo hay que seguir las indicaciones. Otras son dolci hiking, que bordean el mar y conducen a lugares donde el espíritu del ambiente natural de Gallura es sobrecogedor. El más emblemático en Santa Teresa Gallura, es un sendero circular en el promontorio del faro de Capo Testa, aquí los arbustos mediterráneos dan paso a un laberinto de majestuosas esculturas de granito artísticamente talladas por el viento, que llegan hasta el mar y dan formas extrañas a las calas de siete valles rodeados de grutas naturales talladas en las rocas, una es el Valle de la Luna habitada por una comunidad hippies, un lugar insólito que sólo puede desencadenar emociones, incluso contradictorias, pero lo cierto es que en estos valles lunares quién es la patrona es la belleza ilimitada de Gallura.
Costa Esmeralda fuera de los límites y lejos de los colores y características de Cerdeña, ¿será verdad? Sólo hay que caminar y pedalear por los antiguos caminos ahora reabiertos, que eran utilizados por los cabreros antes de que se descubriera este trozo de paraíso. El Pevero health trail serpentea entre alturas, rocas, arbustos mediterráneos y antiguos stazzi (asentamientos rurales), trece kilómetros para practicar trekking, trail running y mountain bike. Llegamos al punto Instagram en la cima del Monte Zoppu, la vista desde aquí no da lugar a palabras. Y rozando la poesía está la caminata de siete kilómetros desde Cala di Volpe a Rena Bianca entre las más bellas playas asediadas por ambientes salvajes. Si, por el contrario, te gusta la gran navegación, las regatas se miran desde el promontorio de los tres faros de Porto Ferro, un paseo desde el puerto deportivo de Porto Cervo y estás en silencio, al borde del mar.
¿Qué queda del mito? Ciertamente, la belleza exagerada de los paisajes, la que envolvió al príncipe Aga Khan cuando por casualidad desembarcó en Gallura, en busca de su paraíso.
Olbia y Golfo Aranci no son puertos de cualquier llegada; sus golfos se asoman al mar protegidos por altos y silenciosos promontorios marcados de hermosas playas y acantilados desiertos. La ubicación es estratégica, en tiempos de guerra Cabo Figari y Capo Ceraso espiaban y defendían la costa, en el fondo del mar un mar de restos de guerra, incluso de barcos romanos. Los fantasmas de su historia se encuentran a lo largo de los caminos hacia las cumbres extremas y escénicas, aquí camuflados entre las rocas emplazamientos antiaéreos y navales, búnkeres, faros y semáforos, cuarteles, lavaderos y plataformas de lanzamiento.
Se llega a la cima de Capo Figari partiendo de las afueras de Golfo Aranci, el camino sube y pasa por el pintoresco "cementerio de los ingleses" y luego por el histórico semáforo donde Guglielmo Marconi experimentó el puente radio, antes de llegar al hermoso faro que domina sobre el mar.
A las afueras de Olbia se sigue la carretera militar en desuso hasta las fortificaciones de Capo Ceraso, un baño en los pequeños arroyos antes de subir al mirador, allí hay un pequeño cuaderno para dejar un pensamiento para estos lugares abandonados y fascinantes.
La evocadora ruta de "Romeo y Julieta de Paulesa' narra la fuga de Córcega de una joven pareja: primero se refugiaron en lo que sería la Costa Esmeralda luego en el interior de Olbia, allí encontraron entre la vegetación las cavidades y las grutas naturales, para toda la vida sus seguros nidos de amor con una espléndida vista de Tavolara. Más largo es el trekking lu caminu di li falchi entre stazzi abandonados, robles, encinas, alcornoques y matorrales mediterráneos, unían la montaña con el mar de Loiri Porto san Paolo desde la época nurágica. Desafiantes pero inolvidables son los trekking que parten a pie, en bicicleta y en 4x4 desde San Teodoro hacia los bosques y cascadas del granito Monte Nieddu y de Budoni hacia el bosque de Usinavà, en el territorio de Torpè. Se atraviesan bosques, en canoa se baja por arroyos, te encuentras con cascadas y piscinas donde puedes descansar y bañarte, estás dentro del corazón verde de Cerdeña con el azul del mar todavía en tus ojos.
