Ceremonias seculares de ascendencia medieval, con la intervención de la tradición española, se funden con costumbres arcaicas de origen campidanés, logudorés y barbaricino que se remontan al paganismo nurágico. Durante la Semana Santa podrá recorrer un itinerario a través de ritos sagrados que escenifican la Pasión de Cristo: de la costa a los pueblos del interior podrá descubrir la Cerdeña auténtica. La Setmana Santa de El Alguer nos cuenta sus orígenes catalanes. Comienza el viernes anterior al Domingo de Palmas, con la procesión de la Dolorosa, y concluye en Pascua con el Encontre. Escenográfico el Disclavament (deposición): el cuerpo de Cristo es acompañado en procesión sobre el lecho de muerte. Al oscurecer, la ciudad se transforma con antorchas y farolas cubiertas de velos rojos.
El Domingo de Palmas, con estas apuntando hacia el cielo como ocurrió cuando Jesús entró en Jerusalén, es un sugestivo momento de purificación en Desulo, donde entra en escena el fabuloso traje femenino rojo, y en Santu Lussurgiu, con la celebración de su Nazarenu, via crucis acompañado de Miserere y novena. En Castelsardo el rito por excelencia es el Lunissanti. La originalidad de los trajes y costumbres, la majestuosidad de la procesión y la intensidad de los coros le capturarán. Antes del amanecer los cófrades se reúnen en la iglesia de Santa María: entre candelas y coros, allí asistirá a la magia de un pueblo que se agarra a un promontorio sobre acantilados altísimos. La larga procesión dura todo el día, hasta llegar a la basílica de Nuestra Señora de Tergu. Desde la Anglona a la Gallura más profunda: Aggius ha conservado ceremonias seculares, como el canto coral a tasgja.
Cáliz, flagelo, corona de espinas, cruz, cadena, escaleras y estatuas. Son los siete Misterios, símbolos llevados en procesión por las cofradías. Recrean el sufrimiento y la muerte de Jesús, y después coros polifónicos a cuncordu entonan Miserere y Stabat Mater. Varias poblaciones de los alrededores de Oristano, como Aidomaggiore y Bortigali, de Planargia y Montiferru, como Bosa, se caracterizan por sus conmovedoras procesiones de los Misterios el Martes Santo. Mientras que en Sassari los cófrades llevan cinco estatuas que representan los eventos de la Pasión, que se remontan, según la tradición, a 1685. Uno de los cófrades, que toca el tambor, abre el desfile, seguido por otros dos que llevan li Rocci, unos bastones largos con que marcan el ritmo de la procesión.
Las celebraciones animan los barrios antiguos de Cagliari a partir del Viernes de Pasión, con is Misterius: los siete simulacros recalan en siete iglesias, etapas del via crucis. El miércoles las mujeres de la cofradía del Santísimo Crucifijo preparan al Cristo para s’Incravamentu (crucifixión). El jueves y el viernes, dos momentos álgidos: la procesión del simulacro de Sant’Efisio, protector de la ciudad, vestido de luto, y el desfile fúnebre hasta la catedral de Santa María. En Iglesias, la Pasión de Cristo, recreación del siglo XVII, es el evento del año. Revive gracias a los coffarios, los cófrades: el jueves por la tarde se pone la mesa de la última cena. Chenapura Santa (viernes) está dedicado al misterio de la Cruz: por la mañana, los Germani suben al barrio Costera, imitando la ascensión al calvario, por la noche tendrá lugar el Iscravamentu y Descenso, desfile fúnebre en la oscuridad iluminado por temblorosas antorchas.
Una ceremonia igualmente espectacular tiene lugar en Cuglieri, donde las mujeres cantan los gosos de la Virgen Dolorosa y el Miserere, mientras los hombres llevan las candelas. El sábado está dedicado a la adoración de Jesús y de la Cruz, en espera de s’Incontru. Pascua es el día de Resurrección. Típico de todas las poblaciones de Cerdeña, así como de gran impacto y emoción, es el rito de los dos desfiles, del simulacro del Cristo Resucitado y de la Virgen, que se encuentran a mitad del camino. Un pathos conmovedor caracteriza ‘los encuentros’ en las Baronías, en Galtellì y Orosei, y en la Barbagia de Nuoro, en particular en Oliena y Sarule.