Es una de las más grandes y famosas cuevas marinas en Italia: la gruta de Neptuno es uno de los lugares que tienes que visitar por lo menos una vez en la vida. Se encuentra dentro el parque de Porto Conte y llegarás a la entrada gracias a una escalinata, la Escala del Cabirol (la escala del corzo en catalán): 656 escalones se estrechan en la costa oeste de Capo Caccia hasta la boca. Más cómodamente podrás tener acceso por mar, con embarcaciones en salida, cada día, desde el puerto de Alghero o desde el muelle de Cala Dragunara hacia Porto Conte, disfrutando así de los rincones que ofrecen las paredes rocosas a plomo sobre el mar.
La entrada a la gruta se realiza a través de un paso cubierto de concreciones de vegetación y un recorrido apretado de estalactitas y estalagmitas. Dentro de la gruta, larga más de un kilómetro, encontrarás una playa de arena blanca, el lago salado subterráneo Lamarmora, con casi diez metros de profundidad, y cuatro salas. A través de un camino llegarás en a la sala de la Reggia (Sala del Palacio) donde una columna de 18 metros se eleva hacia la bóveda y forma dos arcadas espectaculares. Más adelante, una línea de columnas (de nueve metros de altura) conduce al lago, de aquí comenzarás a vislumbras la playa. La sala está coronada por la Tribuna de la Música, que tiene vistas al lago. Encontraréis también la sala delle Rovine (Sala de las Ruinas) y la sala Smith (o del Órgano): llamada así por el capitán británico que lo descubrió en el siglo XIX. En el centro encontrás el Grande Organo, una columna cuyas coladas parecen a tubos de órgano, precisamente. En fin, llegarás a la sala de las Trine y de los Merletti (las Puntillas y los Encajes).
Las conformaciones de piedra caliza, que remontan hacia unos dos millones de años, hicieron la felicidad de los directores cinematográficos. Además de acoger visitantes de todo el mundo, la gruta es un destino particularmente atractivo para los espeleólogos, los únicos que tienen acceso a las grietas más secretas, un recorrido que lleva al Lago dei Funghi (Setas), a través de la galería Metrò, al gran salón ocupado por el lago semilunar.
En las rocas de la protegida área marina de Capo Caccia, otras cavidades son imperdibles: la atractiva Grotta Verde, con entrada justo sobre el nivel del mar, y para los buceadores más fanáticos (solo con guías expertas) la sumergida Gruta de Nereo, extensa y estupenda por visitar, deja sensaciones inolvidables a los buceadores.