Desde Cagliari, se sigue la Ruta Estatal (SS) 195 y después la Ruta Estatal (SS) 195 RACC. Se gira a la derecha y se toma la Ruta Estatal (SS) 554 hasta Monserrato, desde donde, girando a la izquierda, se toma la Ruta Estatal (SS) 387 y se llega a Serdiana. En total, el trayecto es de unos 25 km.
Contexto ambiental
La iglesia dedicada a Santa María de Sibiola se encuentra sobre una pequeña colina, a las afueras de Serdiana, en medio del paisaje campestre.
Descripción
En la Edad Media, la "villa" de Sibiola, registrada desde 1215 hasta finalees del siglo XVI, perteneció a la curatoria de Dolia y fue parte del juzgado (distrito sardo) de Cagliari. El testimonio más antiguo del título de la iglesia aparece en el último inventario, que data de 1338, con respecto a las propiedades de los Vittorini de Marsella en Cerdeña.
El edificio presenta una planta con dos naves y dos ábsides perfectamente orientados. Entre las iglesias del juzgado de Cagliari que presentan planimetría doble, ésta es la mejor conservada. Las dos naves, desiguales, siendo la del sur la más grande, están divididas por cuatro arcos sobre pilares bajos con capitel. Ambas están cubiertas con bóveda de cañón articulada por intradoses. Los intradoses ayudan a datar la iglesia, ya que también están presentes en el San Saturnino de Cagliari (1189-19), que fue modelo para varias iglesias de Cerdeña construidas por los trabajadores al servicio de los Vittorini.
Las paredes internas están hechas con cantones de arenisca. Las externas presentan pequeños cantones subescuadrados en los lados y en los ábsides e hileras de sillares escuadrados en la fachada, donde se insertan sillares de varios colores y cavidades para cuencas de cerámica perdidas, de las que se conserva un fragmento. Las cavidades semiesféricas están dispuestas en la parte superior del alzado de modo que crean un rectángulo. En el centro de la fachada se colocó un sillar con ranuras para taraceas, resarcidas durante los trabajos de restauración, y un círculo de donde parten los rayos.
La fachada cuadrada, colocada dentro de pilastras angulares, perdió sus inclinaciones y su espadaña, y solo se conserva sillares basales. Al campanario se accedía a través de una pequeña escalera exterior construida en el lado izquierdo. En el alzado, bajo la cornisa, hay una serie de nueve bandas lombardas de medio punto que descansan sobre ménsulas decoradas. El motivo de bandas lombardas prosigue a lo largo de los lados.
El edificio ha sido objeto de trabajos de restauración desde 1964, cuando fue consolidado y se derribaron los locales que lo flanqueaban.