“… Es una región llamada Fontanabona, con algunas cabañas de pastores, casi todos bandidos del pueblo de Orgosolo,… fui recibido con más de 12 fusiles apuntando hacia mi persona, con la orden de no dar ningún paso” Itinerario de la isla de Cerdeña, La Marmora 1840 La Foresta de Montes surgió completamente en el municipio de Orgosolo y aloja un encinar de altos troncos de hace varios siglos, único en la cuenca del Mediterráneo debido a su extensión, fisionomía, características ecológicas y paisajísticas. Su superficie es de 4586 hectáreas. Su extensión va desde los primeros contrafuertes del Gennargentu hasta el alto valle del Cedrino para, después, desplazarse hacia el Supramonte hasta el Río Flumineddu. El bosque es un oasis de protección de la fauna y de caza. Paseando por el interior de los recorridos, se pueden admirar maravillosos paisajes. El toque de oro del bosque es el extraordinario encinar primario de Sas Baddes. Entre los monumentos naturales del bosque de Montes, destaca el Monte Novo San Giovanni que presenta agujas de hasta 70 metros. En toda la zona, hay testimonios documentados de presencia humana a partir de la época nurágica, con al presencia de un pueblo nurágico en la localidad de Sas Baddes, así como de numerosos antiguos “cuiles”, óvalos que documentan cómo la zona fue utilizada por pastores, incluso con la construcción de los llamados “Pinnettos”, características protecciones construidas con base de piedra y cubierta de madera y ramas. Cerca del río que atraviesa el valle Sa Senepida, se encuentran dos tumbas de gigantes y, en el corazón del bosque, es posible ver los restos de un importante nuraga, el Nuraga Mereu, particular por su color blanco, ya que fue construido con masas de caliza. Un excepcional monumento que surge en las paredes talladas por la garganta de Gorropu. Desde el punto de vista de la vegetación, el área presenta inmensos y seculares bosques de encinas acompañados por grandes árboles labiérnago, arce de Montpellier, tejo, acebo y arbustos de madroño.