Se dice que la comida es el reflejo de un pueblo: en pocos lugares del mundo esto es tan verdad como en Cerdeña. La calidad de los productos y el modo de preparar los platos y su sabor único son el legado de una historia milenaria cuyo valor va mucho más allá de lo simplemente bueno. La cocina sarda de hoy es similar a la que se hacía siglos atrás y solo se diferencia por las técnicas de preparación, que varían de un sitio a otro. Tanto en la costa como en el interior, Cerdeña sorprende siempre a los visitantes por sus exquisiteces gastronómicas, basadas en ingredientes simples y genuinos, con sabores fuertes y delicados a la vez.
Cerdeña es la patria de muchos productos tradicionales de alta calidad: desde el queso de oveja pecorino hasta el famoso queso de vaca fiore sardo, pasando por la alcachofa espinosa, el azafrán, la botarga y los vinos. En casa y en el restaurante, cocineros y chefs siempre están preparando recetas y especialidades típicas. En las panaderías, triunfan los productos sardos: desde el coccoi hasta el civraxu, pasando por el pan’e gherda y el carasau. Sin olvidar los platos a base de pan, como el pane frattau y la suppa cuata. Y, luego, la pasta: seca, como la frègula y los malloreddus, los famosos ñoquis sardos, o fresca, como los culurgiònes, los filindeu y las lorighittas.
Tras la pasta, los segundos: a base de carne, como el cochinillo, el cordero o el cabrito asados, sa cordula (entrañas de cordero asadas) y la oveja hervida; o también a base de pescado, como crustáceos, lubinas, doradas y anguilas a la brasa y el atún cocinado de mil maneras. No pueden faltar los quesos, como el queso de oveja pecorino, madurado o fresco, el callu de crabettu y el casu marzu, ni tampoco los dulces a base de queso, como las seadas y las pardulas, ni los hechos a base de almendras y miel.
En Cerdeña, puedes saborear productos típicos y platos tradicionales en cualquier lugar, con ocasión de las ferias y las fiestas populares dedicadas al vino y a la gastronomía, que se realizan a lo largo de todo el año. Entre las muchas que se celebran, destacan las fiestas de la primavera en Baronìa, Gallura y Sulcis, o las de otoño, en Barbagia. También puedes seguir las rutas que te llevarán a los restaurantes más típicos y mejores de la isla o las rutas de los vinos. Cada lugar tiene uno o más vinos que lo caracteriza y que podrás catar directamente en las cantinas donde se elaboran: vermentino en Gallura, torbato y cagnulari en Alguer, carignano en Sulcis, cannonau en Ogliastra y Nuorese, monica y nuragus en Campidano, vernaccia en Oristanese y malvasía en Bosa.